t r ó p i c o s

20080729

Berlin V

La noche baja. Escribo desde un Starbucks acapulqueño.
Será que no sé disfrutar de la playa, del mar, eso ya lo
sabía en Barcelona. El mar no es lo mio o... ¿será?
Me puso muy contenta un mail -seguro al autor no le
molestará que lo postee, espero- aquí un fragmento.
Me hace estar aquí y allá, sintiendo que este calo de
este acapulco es también de ese Berlin... ese...


"...por fin algo de tiempo... El veranito volvió con ganas. Lo que son las cosas te quejaste del calor y te hizo caso, se alivianó unos días mientras estabas por aqui, pero después se soltó en serio. Hoy estuvimos a 34 grados, tirados en un laguillo por ahi con el gustavo, unas chelas, elaborando teorías de lo que el mundo podría ser pero no es. Después en la nochesilla conocímos a sara y a su amiga sara, si pues, son amigas desde hace años y ambas se llaman sara, muy cagado. Nos fuimos a tomar unas chelitas y me sentía en acapulco, 33 grados a la una de la mañana. En fin, no se, Berlin me sigue sorprendiendo. No solo son librerias abiertas en la madrugada con libros que valen media cerveza, un clima que nadie entiende, amigas que se llaman igual, dos escritoras lesbianas sentadas en el café ambas fumando cigarros hechos a mano pero con filtro de esos extralargos como en los veintes, clones, gays, trasvestis, transhumanos, bares con sarcófagos en vez de mesas, congregaciones de punks en la estación central, anarquistas, zapatistas, consumistas, esotéricas, esquizos y paranoicos. Fiestas en las que te piden te quites los zapatos y al llegar frente a la entrada hay una montaña de pares de zapatos, entrando te saluda reinaldo, un puertorriqueño gay que era diplomático al llegar a Berlin pero decidió dedicarse al teatro, lorena que pide marido de papel ya que quiere quedarse en Berlin pero la idea de casarse no le causa gracia. En una de las habitaciones un croata que toca flamenco como si fuera de granada, mientras un alemán lo acompaña cantando zarzuela en Berlinés inventando la letra según la evolución de la fiesta. Las cervezas en la tina de baño, lo cual significaba que había dos colas, una para mear y otra que le pedía a aquellos que entraban a mear si no podía sacar una cerveza cuando saliera del baño. En la cocina comida francesa junto a las papas fritas y los cacahuates, pan alemán y por ahi un intento de guacamole, todo esto entre discusiones sobre la ilusión de la bio-moda que azota Berlin. En fin, el veranó llegó finalmente a Berlin, o ya estaba aqui antes? ..."

(y si le molesta que se queje ;))

1 comentario:

Anónimo dijo...

...no le molesta en absoluto, al contrario, el autor se siente honrado y te manda aun gran gran abrazo!

Kreuzberg te extraña!

Max