Border

Hay palabras que van desapareciendo. Al principio sólo es que se ocultan un poco pero, al paso de los días se quedan en la punta de la lengua y entonces aparecen algunas más neutras. Neutro, curioso decirlo porque en realidad las palabras no tienen nada de neutro. Ellas tienen una historia precisa, se puede hacer una genealogía, una especie de arqueología histórico-semántica de las palabras. Así, también, nosotros podemos hacer análisis de nuestras palabras para autoanalizarnos (por cierto, analizar es una fea palabra). De esta manera, en nosotros seguir la huella de las palabras que llegan, las que se van, aquella que queria decir tal cosa en tal momento, aquella misma que hoy por hoy significa otra muy distinta. Preguntarnos ¿qué hablo hoy?. Las palabras pues con todo y el acto metáforico o metónimico, los tropos, no son, en definitiva, cosméticos sino una forma de habitar el mundo o de crear nuestro mundo (simplificando)

Hoy estoy en el borde, estoy a la orilla de la palabra cotidiana ahora guardada y en el umbral de algunas nuevas. Hoy pienso tanto en las palabras empolvadas, en las palabras que surgen en el pensamiento y que se quedan allí solamente, a la espera, formadas, esperando que vuelvan a ser elegidas entre los otros sinónimos "más neutros". Y sinónimos, eso también es curioso, los sinónimos no existen, cada palabra está cargada de un matiz específico que a veces queremos, en un anhelo de prestidigitador, suplir por otra pero, a la larga, entendemos que cada una tiene su historia y que, aunque se vayan, en realidad no son reemplazadas. Pasa que empezamos a hablar una lengua distinta. Creo, quiero creer, que eso pasa.

BCN 3.44pm