Un sonido seco, luego esa pausa y después se queda la monotonia del sonido que hace una llamada cortada. Colgar pero curiosamente hablar hasta después de estrellar el aparato: ese sonido monótono de la llamada perdida eran nuestras voces. La voz de él, la voz de ella, esas voces como mascaradas,con lineas mal actuadas, falsas, pre-hechas, con un timbre fingido, con una tesitura que no les pertenecia, todo digno de un mal programa de televisión, diálogos de agregue-suficiente-agua-suficiente-olvidoydeje-reposar-un-año-para-poder-decirse.
Crees que mis lineas estaban prehechas, otra mascarada, no-puedo-ir-gracias; Yo creo que tus lineas estaban ya pensadas, falseadas y, sinembargo lo que yo te dije es lo más sincero y, sin embargo lo que tu dijiste seguramente es lo más sincero: "no, qué lastima no puedo ir-si, ni modo qué estés bien-tu también-estoy seguro que hagas lo que hagas te irá bien-... y el abrazo tampoco lo necesitas, que te vaya bien en Phoenix"
Parece mentira pero esa es la verdad y eso es tan pinche triste: que la verdad sea así de falsa, así de escenografia barata, así con esos terribles lugares comunes, así de plana, así, así. Odio la verdad con su mal gusto y su semblante de dejá-dit, dejá-trop-dit. Yo quiero buen teatro, quiero luces, escenografia, quiero algo que parezca-verdad aunque sea una mentira, quiero creer que no es eso lo que en realidad decimos.
El sonido hueco era el hola porque cuando lo deciamos ya habiamos colgado, en realidad, ya nos habiamos ido sin decir adiós siquiera (y ni falta hacia). El sonido monótono del telefono colgado duró 11 minutos 40 segundos no más.
(Y aquí va un intento de carta, aquí irá si es lo suficientemente teatral como para decirse sino...)
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