Hoy en clase de alemán caí en cuenta de que yo puedo dejar de ser yo por un rato. Tal vez sea un lugar común esto que voy a decir pero no había reparado en el hecho de que cuando estoy hablando en alemán hay ciertas palabras (muchas, muchisimas) que se quedan fuera de mi alcance y, por tanto, recordando a Wittgenstein, mi mundo se transforma, se reterritorializa, adquiere nuevas formas y nuevos limites. Si mi memoria no me traiciona cito a Wittgenstein: "los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo"
En alemán no puedo decir cosas como: el imaginario, lo simbólico, diégesis y entonces las palabras se vuelven tan simples como agua, pan, casa... ¿acaso uno realmente necesita decir más?
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