t r ó p i c o s

20090608

decrecencia

Si digo: "no creo en mi" sucede que estoy desplegando la coincidencia de dos verbos, por supuesto, junto con los matices que cada uno de esos verbos supone. ¿De qué manera esta superposición es a tal punto cierta que se crea un punto ciego, un punto abismal de cortocircuito tajante? El encuentro de esos verbos se vuelve el choque y la inutilización del ser del verbo. La acción se detiene. Si, tenemos el resto de recursos del lenguaje: adjetivos, preposiciones, pronombres y hasta el silencio mismo pero ¿qué es de todo eso sin la movilidad que suponen los verbos? espacio enrarecido donde el silencio mismo pierde sonoridad ¿Qué es posible sin creer en uno mismo y sin crear en uno mismo? Me parece que la diferenciación entre un verbo y otro sobra, a tal punto los dos están engarzados.

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