Así como las historias oficiales privilegian determinadas narraciones por encima de otras y visibilizan determinados fragmentos y dejan otros fuera, así se comporta nuestra memoria. Nuestra memoria selecciona, clasifica, reacomoda, relee, archiva y censura. Y esta antología (¿y qué es una antología sino una selección?) de recuedos nuestros están hechos apartir de un ejercicio de poder constante.
Ahora que quisiera que Foucault me explicara qué subyace tras la edición que continuamente hace la memoria. Si la memoria tuviera una arquitectónica (arqui-tectónica) panóptica ¿quién estaría en la torre? ¿quién ve? ¿quien vigila y taxonomiza y significa/simboliza? Creo que sería mejor que Freud, no, mejor aún que Lacan me lo explicara. Pero ya que a ellos no les puedo preguntar o , mejor dicho, ya que ellos no me pueden responder dejo la pregunta abierta ...
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