t r ó p i c o s

20100920

d.f: atenerse a las consecuencias

Impensable la inmunidad: los indicios se deshilan al entrar, al salir. Emerge una tesitura en el modo de andar, en el timbre de la voz, en el cómo se mira un reloj. Imposible precisar dónde está la huella: a veces la ciudad está clavada en una mirada insondable, en un vaivén de movilidad engañosa, en esa forma de empujarnos y seguirnos al atravesar los laberintos subterráneos. Basta subir un poco la cortina, rasgar la memoria, repegarse cual gato en los muros, asomarse por canales invisibles, lanzar los tenis, dejarse mirar. Las huellas allí están, se tejen declarando, una a una, algo de irreversible.

Me recuerdas: Te atreves a entrar allí, atente a las consecuencias.







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