ó

Trayectos: Acentúo la o. Es tan sonoro como topónimo, como palabra, Me gusta escribir córdoba casi tanto como escribir habana con V aunque con B pienso en habas y siento un vacío cálido en la panza, me entra hambre y los ojos se me llenan de una ciudad ocre y con olor dulce. Mezquita es más sonoro que catedral. Yo estoy en un naranjo de la mezquita ocultando la palabra catedral mientras hago recorridos en la moleskine: empiezo escribiendo ese acento y paso de pronto a escribir la v pensando que lo que hago es un salto geográfico a través de letras. De la o acentuada a la v es ir de donde estoy yo a donde estás tú, pasar varias veces el atlántico, pasar de ese calor a este calor y hacer una media de temperaturas y una prueba de sonoridades y distancias en el camino.

Gatuna:

Nota suelta: Me inquieta no poder verme en ese espejo.

Observaciones en la mezquita: Lo más bonito son las sombras a las seis de la tarde, el sonido de las fuentes, el turista uruguayo que dice que no es un turista y que se pelea con el guardia porque a unos chicos que se besaban les dijo que dejaran de tocarse y él, el uruguayo de unos 70 años, se queja de abuso de autoridad y de falta de comprensión de la libertad y entonces el segurata de apenas unos treinta años "flipa" y no lo entiende y entonces hay palabras como dictadura y como pensamiento en la conversación y el segurata replica con palabras como locura, falta de educación y extranjero. Lo emocionante es la voz que tiembla, los ojos casi acuosos y las manos que explican con movimientos violentos. Lo impactante es esa forma de meterse en "lo que no le importa". Quiero aplaudir o explicar al policía y sigo con los pies en el estanque para dejar que los 42 º bajen y me vuelva el poder pensar que el calor ha evaporado. Qué vergüenza, quiero meterme en cosas que no me importan y tan sólo me quedo anotando estas cosas en el cuaderno.