t r ó p i c o s

20070910

Formula

Prófugo de sueños ¿dónde estás? ayer en la noche era Alemania, había mucha lluvia, mucha mucha y hablabamos en una mesa grande en la que habia más personas. Yo no hablaba, yo te pedía que te sentaras lejos de mi y tú te quedabas junto y me preguntabas muchas cosas que yo no podía contestar y mi bocado de pan de girasol se inundaba del sabor salado de las lágrimas pero no lloraba. Me pregunto desde hace varios días que puedo hacer para parar estos sueños, para dejar que todo se vaya. No te rias pero he pensado en hongos, peyote, he pensado en tarot, en una limpia, he pensado en el psicoanalista pero eso eso es muy largo y no funciona.

Mejor dime: ¿Qué sucede? ¿Por qué te apareces todas las noches? Yo siempre quise decir todo esto que se queda suspendido en el silencio de este espacio, a medias, quise contarte de los rincones chiquitos esos que ignoramos pero después lo olvidé y ya no creía que fuera necesario y aparte tú no quisiste escucharme. Ahora ya casi no recuerdo y te apareces y no puedo decir nada. Sé que no tienes que hacer nada en esos sueños pero allí sigues y yo me pregunto ¿qué tengo que hacer?

Dejame contarte que hoy el malestar del sueño se extendió por todo el cuerpo, ahora somatizo los empedrados y las gotas de lluvia que me hacen baches en la piel. Las palabras que ignoramos se vuelven dolores incrustado y al despertar queda esa mala punzada en el pecho. Hoy he pensado seriamente en que tal vez te habrá pasado algo, qué tal vez hay algo que quieras decirme o que quizás hay algo que yo quiera decir ¿qué es? el silencio pesa si no sabemos que significa.

Él, es ridículo escribir esto aquí, en la vigilia, es ridículo porque llevo días intentando hacerme un poco consciente en sueños y decírtelo a tí como te lo quise decir en esa boda, en ese avión, en la inundación, en el río, en zacatecas, en esa calle Alemana devastada por la lluvía... pero no pude y sólo desperté con las palabras en la boca y con la sensación de que esto se hace un sueño infinito, un sueño que yo ya no quiero soñar. Él, escribirlo aquí es absurdo pero lo hago porque esto puede servir como invocación o como formula para decir: desaparece.