Hoy tengo agujerado el pecho. Tengo muchos huecos, como pozos que aún tienen agua pero se van secando y les falta poco. Tenía tanto que no sentía un sábado así de triste, así de ajeno. Tendría que estar en otro lado, diciendo otras cosas: sería f mejor cuernavaca, sería mejor tomar un avión a estambul, todo podría ser mejor a esto que hay hoy, a esta ausencia de todo lo que no hay hoy.
Y si, este sabado ahí voy para comprobar que todo se sigue perdiendo continuamente, que cuando creemos que hay cosas que hemos perdido por completo, luego nos damos cuenta que no, que aún las podemos perder más. Constante pérdida, la vida, la vida... ahh
2 comentarios:
...es curioso lo de la pérdida, pues últimamente la encuentro tranquilizante, ultimamente quisiera perder todo, perder la identidad y entonces comienzo a soñar:
A veces sueño con convertirme en nadie, en aquello que todos temen ser en las grandes ciudades, simplemente nadie: tan nadie que pase mas allá del dolor y la compasión. Tan despreciablemente nadie que pase más allá de percatarme de que soy nadie. Tan nadie que me permita ser uno con todos, con todo. Tan nadie que me convierta en todo.
Otras veces sueño con ser alguien, aquello que todos quieren ser en cualquiera de las grandes ciudades, simplemente alguien: tan alguien que pase más allá del placer y de la crueldad. Tan exquisitamente alguien que pase más allá de comprender que soy alguien. Tan alguien que me permita ser uno con todos, con todo. Tan alguien que me convierta en nada.
Pero intenta explicar esto a tus manos cuyo primer impulso es siempre darle un orden a las cosas, sea forzándolas a cambiar de sitio y distribución, o percibiéndolas de tal manera que puedan acomodarse en los espacios lógicos preconcebidos. Explícale esto a tus ojos que buscan siempre dar una perspectiva que les permita valorar las cosas bajo los prejuicios que les son adscritos. Trata de aclararles a tus piernas que pueden caminar hacia un sitio que no les es predestinado. Dile a tu corazón que no busque el sitio acostumbrado. Haz que tu mente comprenda que no hay nada que comprender.
¿Tu crées que seamos capaces de perder todo? ¿No sería rico por momentos?
Max, gracias por tomarte el tiempo de escribir en este espacio. Tienes razón, la pérdida puede ser tranquilizante si lo perdido se abismara realmente en el olvido, si nada regresara, si pudieramos soltar aquello a lo que nos aferramos sin quedarnos con cachitos, si pudieramos soltarnos a nosotros mismos, si dejaramos querer tener algo. El problema, como tu bien dices, es el ir buscando constantemente dar un sentido, el intentar siempre tener una narrativa, el buscar lo conocido, lo común, el querer dar coherencia a un todo que a priori no tiene coherencia y que no la necesita... pero ahhh cómo insistimos, cómo nos rompemos la cabeza por ordenar, clasificar e intentar comprender, cómo forzamos la distribución para que haya cabida en la comodidad de lo ya adscrito. A veces pienso un poco que la "felicidad" es un poco eso, aceptar ese lugar común, aceptarnos allí, ser allí, caer en el cliché y estar cómodo en él... tal vez estoy siento muy reduccionista... pero, de cualquier forma eso da miedo... ¿no? ¿tu qué piensas?
Creo que en el fondo no somos capaces de perderlo todo, siempre permanece ese impulso de reterritorializar algo, un espacio, una palabra, un fantasma, una presencia ¿y si sería rico? pienso que sí que sería rico perderlo todo, olvidarlo todo, dejar de intentar ser alguien, dejar de intentar dar orden, dejar de ser ...pero la pregunta es: ¿cómo?
Si pudieramos...
Te mando infinidad de abrazos
M.
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