20091208

Sant Antoni

Cuando llegué guardaban los libros. Hay unas cajitas de madera con ruedas y especialmente curiosas -"las casas de los libros" - en las que los resguardan y luego los empujan por la vieja entrada a la ciudad. Ya sólo quedaba un puesto de libros a medio desmantelar. Eran casi las cuatro de la tarde, venía de un días de trenes y maletas y de la ansiedad que siempre da el Prat. Sólo me acerqué para no irme sin ver libros y con el mal sabor de haber llegado tan tarde. Arriba de todo estaba un poemario amarillo que curiosamente era de una autora incluida en mi bonche de lecturas que llevaba de la biblioteca el día que me vetaron por 15 días por ser lectoramorosa. CUriosamente también era del mismo color que el sweater mostaza que llevaba. La vez pasada que me topé con Zoe Valdés fue a la vuelta de la plaza del sol en madrid en una pequeña librería y me pasé toda una tarde leyéndola mientras caminaba por la ciudad. Eso era el 2004, era verano y era una novela. Ahora se acaba el 2009, estamos ante un clima incierto y es poesía. Me costó un euro y entre las calles del raval el domingo y esta noche en mi cama lo termino, acá va uno:


Traslaciones

Estás helándote
en tu caparazón de estudios inhóspitos
yo, la mujer que te ama, se va
esta tarde voy a recomendarte otra mujer
con variaciones
por la calle las miro
y ninguna se parece a mí
yo soy casi nada
triste dices tú
me pongo aretes largos
para parecer mayor
te extraño en los cafés
podría dejarte mi mano
fumar mirándote
esperar
cierro los ojos y orgasmo tras orgasmo
padezco tu exactitud
tu tolerancia
no podría llover una noche más
te desarreglo
extraño más que nada tus ventanas
por donde no puedo asomarme
a mis alteraciones
cuando dices vete
me estrangulo
con un hilo plateado
me faltan los minutos en las mañanas
para simplificarte la corbata
y señalarte que
paso a paso
me desentiendo.
Te ofrecería a mis amigas
sus defectos
sus pulidas extravagancias.
Estoy con este sol
no encuentro mi vestido
dónde puse mi bufanda
pobre primavera
se me pierde la continuación de tu cuerpo
esa estela en el mío
anoche me dormí dentro de mi fantasma
dicen que parezco nerviosa y que huyo,
La taza de café se desborda
todo está fresco
tú vienes de salir del caparazón
la he encontrado te la entrego
y como era de suponer
es mejor que yo.


Zoe Valdés, "todo para una sombra" ed. Taifa, bcn, 1986.

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